La primera aplicación registrada de la utilización del amianto data del 2500 Antes de Cristo en la región ahora conocida como Finlandia donde la variedad Antofilita era extraída de un yacimiento local y se utilizaba para reforzar utensilios de arcilla y alfarería. Existen otras referencias, también antiguas, que describen la utilización de fibras de amianto para la fabricación de mechas para lámparas e indumentaria para trabajar con fuego (ignífuga).
Al final del siglo XVII, Pedro el Grande de Rusia inicia la fabricación de papel de amianto utilizando la variedad Crisotilo extraída de los Yacimientos de las Montañas Urales. La comercialización de las fibras de amianto a nivel industrial comienza en Italia al final del Siglo XIX con el desarrollo de la Industria Textil del Amianto.
Al finalizar el Siglo XIX, se identifican varios yacimientos de Amianto en todo el mundo y su explotación comienza en Canadá (1878), Sudáfrica (1893, 1908-1916), y la Ex-Unión Soviética (1885).
Al comenzar el Siglo XX, la demanda de fibras de amianto crece en forma exponencial debido a sus numerosas aplicaciones, en especial, el aislamiento térmico.
El desarrollo de la máquina Hatschek en el 1900 para la fabricación continua de placas – láminas de un compuesto de Asbesto-Cemento abre un nuevo campo para la aplicación industrial de las fibras de amianto así como también lo hace la industria automotriz al incorporar el amianto en la composición de pastillas de frenos, embragues, engranajes y juntas.
La Segunda Guerra Mundial favorece el crecimiento de la industria del Amianto con fines militares (aislamiento
térmico y protección contra el fuego). Finalizada la guerra y por varias décadas, tales aplicaciones se aplican a la construcción edilicia en general (Residencial, comercial, industrial y otros).
Al finalizar la década de 60 del siglo pasado, el hallazgo de aspectos vinculantes entre el desarrollo de enfermedades pulmonares y la exposición prolongada a concentraciones de fibras de Amianto presentes en el aire se tradujo en una reducción en la utilización de las mismas. En la mayoría de las aplicaciones actuales, las fibras de amianto se encuentran contenidas en una matriz, ya sea de cemento o resinas orgánicas.
La producción mundial de Fibras de amianto alcanzo su máximo en 1977 con 4.8 x 106 toneladas. Los mayores países productores de la Variedad Crisotilo son Rusia, Canadá y Brasil. Descarga el documento completo a continuación: