Cuando se utiliza el término “logística”, técnicamente se está haciendo referencia a una planificación,
una organización y a un control de todas las actividades relacionadas con el transporte y almacena-
miento de materiales, que comprende el recorrido completo desde su origen hasta el consumidor y
el proceso de intermediación que ello supone en dicho flujo.
Entre la diversidad de actividades en las tareas logísticas se incluye la preparación de pedidos, fase
que es conocida por el término inglés “picking” y que consiste en separar de un conjunto de produc-
tos, una unidad de carga con el objeto de realizar otra correspondiente a la solicitud de un cliente,
a fin de prepararla y embalarla de forma adecuada.
Las operaciones y procesos donde se manipulan materiales dentro de una instalación logística, las
zonas de almacenamiento y de expedición de productos, son áreas generadoras de riesgos para los
usuarios de dichas instalaciones. Los aspectos que inciden en la siniestralidad están relacionados con
los siguientes factores:
✓ Resistencia inadecuada de los elementos de almacenaje.
✓ Diseños defectuosos de las instalaciones.
✓ Configuraciones de montajes deficientes con respecto a la normativa.
✓ Ausencia de protecciones y sistemas de seguridad.
✓ Modificaciones por el usuario del uso previsto de la estantería.
✓ Deficiencias en los elementos portantes de carga.
✓ Distribución de recorridos inadecuados de los equipos de manutención.
✓ Uso inadecuado de los espacios de trabajo.
✓ Apilamientos y alturas de materiales deficientes.
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