EL SECTOR AGROPECUARIO está compuesto por un tejido productivo heterogéneo, disperso, que se caracteriza por una diversidad de establecimientos y empresas.
Coexisten grandes extensiones junto con PyMES de estructura familiar o con un número reducido de trabajadores, y microemprendimientos que, en muchos casos, generan autoempleo. Pero son las Pymes, fundamentalmente, las que atraviesan una serie de restricciones que comportan a su vez el principal desafío y se relacionan con: sus marcos regulatorios; las condiciones macroeconómicas; los trámites burocráticos en relación al comercio exterior; la complejidad de la red productiva; las características de la tecnología utilizada y el aprovechamiento de las capacidades de las personas y las formas de gestión y organización de las empresas.
Fuente: Superintendencia de riesgos del trabajo – Argentina